Estamos en el Janucá, la fiesta de las Luces o también conocida como Luminarias. Pero, ¿qué es el Janucá? Es una palabra de origen hebrea que significa: inauguración. Una tradición que muchas familias, a día de hoy, continúan con ella. Si no sabes de lo que estamos hablando a continuación te lo vamos a contar:
Se trata de una festividad judía que se celebra durante ocho días seguidos. Se festeja la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos y la purificación del Segundo Templo de Jerusalén de imágenes paganas. La tradición de los judíos cuenta que milagrosamente pudo estar un candelabro encendido en el Templo a lo largo de ocho días consecutivos con una mínima cantidad de aceite de oliva que había para suministrar toda la luz. La festividad, que conlleva consigo eventos y comidas especiales, se basa en encender una serie de velas a lo largo de ocho días consecutivos.
De esta forma se recuerda, año tras año, por la comunidad judía que hace 2.200 años, bajo el reinado de Antíoco IV de Siria, un improvisado ejército nada organizado consiguió un milagro. Esta festividad se ha convertido en la más conocida de los judíos, siendo también, festejada por mucha familias en nuestro país.
El Janucá no es la Navidad
El Janucá no es un equivalente a la Navidad, aunque se celebran en el mismo periodo del año no tienen ninguna relación entre sí. La única similitud es que en ambas fiestas significan en términos de fe y de defender lo que uno cree contra una oposición fuerte. El Janucá es la festividad de la libertad religiosa y de expresión.
¿Cómo deben encenderse las velas del Janucá?
De acuerdo con la tradición, cada persona debe encender su propia Janucá aunque hay tradición, como la sefardi, que se enciende una por familia.
Se deben colocar nueve velas en línea recta. Se trata de ocho velas principales, y otra auxiliar que se coloca de una forma más alta. El semblante debe ser el de una antorcha. Esas velas se colocan mirando hacia la vía pública, es práctico, por ejemplo, hacerlo desde una ventana.
Cada día se va encendiendo una vela. Cuando ha anochecido, preferiblemente ante la presencia de todos los miembros de la familia, y es ahí donde se hacen las peticiones para que se cumpla el milagro.
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