Engalanada como en ninguna otra época del año. Así se prepara Toledo para celebrar su fiesta más grande: el Corpus Christi. Una ciudad de cuento que recibe al año, coincidiendo con esta señalada fiesta, miles de turistas al haber sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Nada más percibir la ciudad el olor a romero, tomillo e incienso embriaga a los visitantes que desde el primer memento se quedan obnubilados por la belleza de la ciudad Imperial.
Una postal idílica que se ve incrementada, en el día del Corpus Christi, por la exquisitez de la decoración en cada uno de los rincones de sus típicas callejuelas.
Ni la alerta amarilla por altas temperaturas, llegaron a marcar los termómetros mas de 40º en algunos momentos, quitaron el mas mínimo ápice de esplendor a esta celebración seguida, no solo por los católicos sino por miles de visitantes de acuden a esta cita, año tras año, de todo el mundo.

Toledo de rojo carmesí
Pendones, mantones de Manila, tapices, reposteros y muchas, muchas flores. 25.000 tallos de rosas rojas de color carmesí tiñeron las calles de Toledo. 2.000 plantas, 4.000 metros cuadrados de guirnaldas, 25.000 tallos y 184 montajes de flores. Todos realizados con un exquisito gusto y arte, por parte de un centenar de profesionales de la floristería de nuestro país.
Cada año la decoracion del Corpus Christi en Toledo es diferente. Celebración tras celebración, los artesanos se superan incrementando la belleza.

La Custodia Catedralicia: procesion del Corpus Christi
La Custodia fue fabricada en 1515 por el orfebre Enrique de Arfe. Tardó ocho años en concluir la obra en la que invirtió 152 kilos de plata. Durante 2016 fue sometida a un proceso laborioso de restauración. Ahora se pueden mostrar las piedras preciosas que contienen como son esmeraldas y zafiros. Para su desplazamiento se utiliza una carroza construida en el Siglo XVIII.
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