Si investigamos la relación entre aceite de oliva y cáncer de mama nos sorprenderemos. Comprobaremos que existen más de un centenar de artículos en los que se relacionan estos dos términos. Este es el resultado de la importancia, cada vez mayor, que se le está dando a la relación entre el aceite de oliva y el cáncer de mama. Se trata de una de las principales causas ésta de mortalidad de una mujer.
Muchos de estos artículos se basan en la investigación realizada con biomoléculas; células en cultivo o animales de experimentación. En la gran mayoría de estas investigaciones se observa cómo el aceite de oliva y sus compuestos, en especial el ácido oleico omega-9 y los polifenoles, disminuyen la expresión del gen Her-2/neu. Este gen es precisamente el que promueve la aparición del tumor. La disminución de este gen por el consumo del aceite de oliva protegería la aparición del cáncer de mama.
Estudios realizados sobre cáncer de mama y aceite de oliva
Ensayos realizados en humanos constituyen, indudablemente, las investigaciones con mayor validez científica y las que más nos gustan. En estudios de este tipo llevados a cabo en España, Italia y Grecia se ha confirmado que los ácidos grasos monoinsaturados en general, y que el aceite de oliva virgen extra en particular, protegen contra el cáncer de mama.
Según el neurólogo español afincado en Estados Unidos, José Alberto Palma, un estudio llevado a cabo en 11 países europeos, confirmó que la ingesta de ácido oleico, el principal componente del aceite de oliva, protege del cáncer de mama. Otra investigación estudió a casi 10.000 mujeres italianas desde 1987 hasta 1992. La conclusión fue que una dieta rica en verduras y aceite de oliva disminuía significativamente el riesgo de padecer cáncer de mama. Otra investigación, en la que se estudiaron a casi 800 mujeres de las Islas Canarias confirmaba el papel protector del consumo del aceite de oliva contra el cáncer de mama. Otros estudios de metodología similar han confirmado estos mismos resultados.
En general, la gran mayoría de las investigaciones ratifican el papel protector del aceite de oliva. No sólo contra el cáncer de mama sino también contra otros tipos de cáncer. Por ello, las recomendaciones de las instituciones públicas y privadas deberían centrarse en ello. Tanto en la promoción de la dieta mediterránea a través de estrategias políticas, económicas y sociales como en las ayudas para el consumo y la comercialización del aceite de oliva.
El cáncer de mama y el aceite de oliva
Está plenamente demostrado que el uso de anticonceptivos también se asocia a un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama y cáncer de cuello del útero. Si bien es cierto, según se desprende del libro El medico escéptico del medico José Alberto Palma, su uso podría ser de utilidad para la prevención del cáncer de ovario. Es falso creer que el único método útil para prevenir el cáncer de mama sean las mamografías. Las mamografías son útiles y han de realizarse pero también pueden reducirse al máximo los factores de riesgo. Por ejemplo, aminorando el consumo de alcohol, no consumiendo anticonceptivos ni terapias hormonal sustitutiva y, sobre todo, amamantando a los hijos.
Cáncer de mama y dieta saludable
La creencia que el aciete de oliva engorda no se sostiene en ningún trabajo científico. Se puede consumir sabiendo que será enormemente beneficioso para la salud de una mujer. Una dieta sana y equilibrada debe contener grasa de la buena. Sobre todo, relacionada con nuestra tradición de cultura mediterránea, y aceite de oliva. Desayunar una tostada con aceite de oliva es mucho más sano que hacerlo con bollería. Ésta, en muchas ocasiones, fabricada con margarinas y grasas trans. Lo que hay que reducir, incluso sumprimir, es el consumo de grasas trans y de grasas saturadas de origen animal. Pero nunca del aceite de oliva.
Imágenes: Esther Palma Comunicación
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